Anoche celebré, aunque un par de semanas después, mis veintitodos y como la ocasión lo requería, estuve todo el día cocinando. Todo es literal: desde que terminé la clase de francés - las 10.30 - hasta que llegaron lis comensales - las 21.00. Paré cinco minutos para comer algo, pero ya está.
Entre todas las cosas que cociné - éramos 13 - la tarta del postre fue de lo mejor. Sé que no hace mucho puse una receta parecida, pero ésta es mucho mejor, mucho más cremosa que la anterior. Y sólo cambian un par de cosas.
NECESITAREMOS
• 600 gr de queso crema tipo Philadelphia
• 250 de mascarpone
• 4 huevos M
• 175 gr de azúcar
• 3 cucharadas de harina
• 2 cucharaditas de azúcar vainillado
• 20 galletas
• 75 gr de mantequilla + un poco más para untar el molde.
• mermelada de fresa
PROCEDEMOS
Machacamos las galletas hasta convertirlas en una especie de harina y las mezclamos con una cucharadita de azúcar vainillado y la mantequilla derretida. Cubrimos el fondo del molde desmontable previamente engrasado con mantequilla - de 22 cm - con la pasta de galleta y reservamos en el frigorífico.
Mezclamos los quesos con el azúcar, el azúcar vainillado y la harina. Cuando se haya convertido en una crema añadimos, uno a uno y hasta que se integren completamente, los 4 huevos. Lo metemos en el molde.
Con el horno precalentado a 180°C, cocemos la tarta 10' y pasado este tiempo bajamos la temperatura hasta 120°C y seguimos cociendo entre 60' y 70', hasta que al pinchar con un palillo nos salga húmedo, pero muy poco.
Dejamos enfriar en una rejilla y desmoldamos. Calentamos un poco la mermelada para esparcirla mejor y la vertimos por encima de la tarta.
Si nos la comemos al día siguiente... es brutal.
Disfrutadla.
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